Para crear la música o el sonido ambiental que acompaña a una obra audiovisual, podemos elegir entre sonidos electrónicos, sonidos de instrumentos acústicos, o una combinación entre ambos. Los instrumentos de música tradicionales son ideales si buscas un resultado orgánico y natural, pero es probable que no tengas acceso a todos los instrumentos que te gustaría.
Imagina que estás creando la música de fondo de la escena de presentación de un videojuego. Se trata de una aventura, con muchos enigmas y puzzles por resolver… y sin saber por qué, tienes en la cabeza una sencilla melodía ejecutada por un saxo. Es justo lo que necesitas, la ambientación perfecta para el proyecto. Pero no tienes un saxo, y tampoco la práctica necesaria para tocarlo.
La solución está en las librerías de sonido de instrumentos. En este artículo vamos a enlazar con el proyecto FreePats, que consiste exactamente en eso: una colección de instrumentos digitalizados para que cualquier persona (o bicho) los pueda utilizar libremente en sus proyectos. Los bancos de sonido de FreePats son open source, libres, gratuitos y permisivos.
Primero hay que descargar el banco de sonido. Llamamos «banco de sonido» al conjunto de sonidos digitalizados de un instrumento en concreto, junto con su fichero SFZ, que contiene las instrucciones necesarias para que el sintetizador pueda imitar al instrumento de música original.
En la web de FreePats se pueden descargar los bancos de sonido en distintos formatos y tamaños. Si no tienes preferencia por uno en concreto, recomiendo SFZ FLAC.
Para utilizar el banco de sonido, necesitamos un sintetizador compatible con el formato SFZ. Hasta hace poco no teníamos una solución que fuese software libre y multiplataforma para cargar bancos de sonido en este formato, y había que recurrir a formatos más antiguos, o usar programas diferentes para cada sistema operativo. Ahora tenemos sfizz, una aplicación que viene a cubrir ese hueco.
La manera habitual de utilizar sfizz, es insertarlo dentro del software de edición de audio (lo que en inglés se conoce como DAW, Digital Audio Workstation). En este ejemplo, sfizz está funcionando como un plugin dentro de Ardour.
Cuando cargamos el fichero SFZ, sfizz utilizará las muestras de grabaciones reales para crear un instrumento virtual, que responde a las notas de entrada teniendo en cuenta la intensidad, duración, articulaciones y otros efectos. Ahora puedes simular un saxo, con ayuda de un dispositivo MIDI, o bien programar la melodía en el secuenciador.
Insertar plugins y conectarlos con las pistas del software de audio es más sencillo de lo que parece. Si tienes interés en estos temas pero desconoces cómo funcionan estos programas, continuaremos en otro artículo, y dedicaremos una jornada próximamente en Zenvoid Studio.
Escríbenos si tocas algún instrumento de música y tienes interés en participar en el proyecto FreePats. Gracias a las personas que colaboran con su tiempo, es posible digitalizar muestras de instrumentos musicales que sirven para crear nuevos bancos de sonido y hacer que la colección de instrumentos virtuales siga creciendo 🙂